Salida BARCELONA y llegada a Estocolmo-Arlanda, luego enlace para Lulea en la Laponia sueca.
A la llegada traslado al hotel en Lulea
Hotel Best Western Savoy****, habitación estándar o similar
 

Hoy desde Lulea nos acercaremos a conocer el Báltico, congelado en esta zona desde principios del invierno.
 
En el camino visitaremos la iglesia fortificada y poblado de Gammelstad, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
VENTANA
La Aldea-iglesia de Gammelstad es el ejemplo mejor preservado de un único tipo de asentamiento antes muy extendido por el norte de Escandinavia, la ciudad-iglesia. Sus 424 casas de madera están construidas en torno a la iglesia construida en piedra, al principio del siglo XV. La aldea-iglesia de Gammelstad se inscribió en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1996.

Cenaremos en algún lugar cercano y esperaremos caer la noche para atrapar las auroras boreales si se dejaran ver.

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Desayuno y partiremos a primera hora de la mañana hacia Kiruna. La ciudad se encuentra a unos 145 kilómetros al norte del Círculo Polar Ártico, en mitad de Laponia Sueca. El mejor lugar para la observación de Auroras Boreales en Suecia
A mitad de camino pararemos en el pueblo de Jokkmmokk. Aquí se encuentra el museo Sami más importante de Laponia. Ya que vamos a estar varios días en sus tierras, haremos una introducción antropológica a su cultura.

Esta noche podremos comenzar a buscar las luces del Norte que reflejan los cielos limpios el norte.
 
IMPORTANTE: LAS AURORAS BOREALES ES UN FENÓMENO DE LA NATURALEZA, NO SE PUEDEN PREVER NI ASEGURAR.
 
De la mano de nuestro guía-fotógrafo vamos a intentar conseguir y ser capaces de retener algunas imágenes hermosas de estos limpios cielos del norte. Las auroras boreales han fascinado a viajeros y a noruegos durante generaciones. Cada aparición de la aurora boreal es única. En algunas ocasiones ves tres bandas verdes, bailando en el cielo nocturno.
 
Alojamiento en hotel Artic Eden 3* o similar
 

La explicación científica de las auroras boreales es que el Sol está detrás de la formación de las auroras. Durante las grandes explosiones y llamaradas solares, se lanzan enormes cantidades de partículas desde el Sol al espacio. Estas nubes de partículas viajan por el espacio a velocidades comprendidas entre 300 y 1000 kilómetros por segundo. Cuando las partículas entran en el escudo magnético de la Tierra, son atraídas hacia un círculo que rodea el Polo Norte magnético, donde interactúan con las capas altas de la atmosfera. La energía que se libera da pie a las auroras boreales. Todo este proceso sucede a unos 100 kilómetros sobre nuestras cabezas.
 
Quizá no sea sorprendente que el espectáculo de la aurora boreal haya creado tantas leyendas como personas la han visto. El tambor de los chamanes de los sami muestra símbolos de la aurora boreal. El fenómeno tiene varios nombres en sami; por ejemplo, es conocido como Guovssahas, que significa "la luz que puede oírse". Tradicionalmente, los Sami, el pueblo indígena de Noruega, han asociado la aurora boreal con el sonido. Durante la época vikinga, la aurora boreal era la armadura de las vírgenes guerreras valkirias, que emitían una extraña luz destellante.
 

A la caída de la tarde volveremos a “cazar” auroras boreales si el tiempo lo permite entre las hermosas playas del norte de este archipiélago. Con nuestro “gps de noche”, nos apostaremos en la orilla del mar y con el faro de fondo para intentar perfeccionar la toma de imágenes de auroras boreales. La aurora boreal es más frecuente en otoño e invierno, y los mejores meses para verla son octubre, enero, febrero y marzo. Su mayor frecuencia se registra entre las 6 de la tarde y la 1 de la madrugada. Sin embargo, las condiciones meteorológicas también juegan un papel importante.

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Hoy regresamos de nuevo a Laponia Sueca cercana al Mar Báltico en el Golfo de Botnia que comparten entre otros Finlandia y Suecia.
 
Sobre la helada costa norte de Suecia está la ciudad de Lulea, capital del condado de Norrbotten. La ciudad descansa en una península del Golfo de Botnia y tiene uno de los puertos más importantes del país, incluso en invierno cuando el hielo pone a trabar los barcos rompehielos para poder continuar con la actividad. En realidad, la zona contiene alrededor de 700 islas y es bastante extensa.
 
En el camino visitaremos la vieja mina de oro abandonada de Gallivare y sus pueblo de colonos de madera.
 
Antes de llegar de nuevo a Lulea recorreremos las orillas del mar Báltico en busca de alces y renos.
 
A la caída de la tarde volveremos a “cazar” auroras boreales si el tiempo lo permite entre las hermosas playas del norte de este archipiélago. Con nuestro “gps de noche”, nos apostaremos en la orilla del mar y con el faro de fondo para intentar perfeccionar la toma de imágenes de auroras boreales. La aurora boreal es más frecuente en otoño e invierno, y los mejores meses para verla son octubre, enero, febrero y marzo. Su mayor frecuencia se registra entre las 6 de la tarde y la 1 de la madrugada. Sin embargo, las condiciones meteorológicas también juegan un papel importante.
 
De nuevo en la tarde intentaremos buscar auroras boreales. Observar la aurora es a menudo un tira y afloja entre tu paciencia y la aurora.
 

Nuestro alojamiento será en Best Western Savoy 4****